Paseos curiosos por Barcelona (12ª parte)

Seguimos nuestro recorrido con otro curioso reloj de sol, el reloj analemático de la plaza Reina María Cristina.







Además de ser otro reloj que precisa de instrucciones para ser usado, a la hora en que lo fotografié estaba a la sombra, por lo que no fue posible comprobar su eficacia. Este reloj fue diseñado en 1997 por Eduard Farré i Olivé y la parte artística es obra de Quim Déu. Al igual que el reloj luminoso, está en el pavimento y su diámetro completo es de 10 m., pero a diferencia de los tradicionales relojes de sol, éste carece de gnomon, y debe ser la persona que, situada en el lugar adecuado, proyecte la sombra:


Y el lugar adecuado se corresponde con el mes en curso sobre el analema (elipse en forma de ocho):


Los relojes analemáticos eran habituales en el siglo XVII y solían instalarse como elemento decorativo y de diversión en los palacios de la nobleza.
A poca distancia encontramos otro reloj que difícilmente lo veríamos en el s. XVII, pues es todo un ejemplo de modernidad:




Este original reloj en el que el 3, 6 y 9 están fuera de sitio fue diseñado en 1994 por Javier Mariscal con la ayuda del escultor Pere Casanovas y lo encontrareis en la esquina de la Illa que da con Numancia.
Pero para reloj original y sorprendente, el siguiente:






Otro reloj de sol que carece de aguja y cuya sombra únicamente aparece cuando presionamos el grifo para que brote el chorrito de agua (que, por cierto, mejor no ponerse en su dirección pues acabareis mojados como puede verse por las manchas de agua en el suelo). Este reloj-fuente se encuentra en el Parc Central de Nou Barris al final del Paseo Fabra i Puig.
Siguiendo con relojes de sol curiosos subimos esta vez hasta el museo de la ciencia:






Según las explicaciones de la placa que acompaña al reloj, el movimiento de rotación de la Tierra sobre sí misma es tan regular que la evolución de la sombra que proyecta cualquier palo clavado en el suelo puede utilizarse como reloj. Si el palo se inclina y se sitúa paralelo al eje de rotación de la Tierra (apuntando a la estrella Polar) se denomina estilete. En nuestro caso, el estilete es el lomo de esta pirámide abierta. Su sombra va indicando las horas sobre las líneas dibujadas en el suelo, excepto en las horas centrales del día cuando este papel lo desempeña el segmento de luz solar que pasa por la grieta.
Sin embargo, observamos otras líneas en el suelo, una de ellas ya la hemos explicado, es el analema:


Un reloj de sol indica siempre la hora solar local. Para obtener la hora oficial debe sumársele una hora en invierno y dos en verano. Para afinar hasta el minuto sería necesario efectuar las correcciones por longitud y por la ecuación del tiempo. Ésta última la proporciona el analema.
Todavía hay otras líneas más:


En ciertos días del año (solsticios y equinocios) la punta de la sombra recorre estas líneas. El analema puede utilizarse también como calendario. La punta de la sombra lo va recorriendo durante el mediodía solar.
Vayamos ahora a Gracia, donde en la plaza de la Vila de Gràcia encontramos la histórica torre con su campanario:




Esta plaza, anteriormente conocida como Rius i Taulet (incluso como Orient o de la Constitución), cuenta con una torre de 34 m. de altura obra de Antoni Rovira i Trias y erigida en 1864. Se trata de una torre octogonal con relojes en cuatro de sus caras, y sobre éstos se sitúa un campanario, cuya campana se hizo famosa en 1870 al no dejar de sonar mientras era bombardeada por el Ejercito del general Gaminde cuando éste pretendía llevarse a los jóvenes por la fuerza a cumplir el servicio militar que acababa de crearse. En la base vemos una inscripción que recuerda los hechos:


Este hecho inspiró el nombre de una revista satírica de índole republicana: "La campana de Gràcia". En la misma plaza se encuentra el centro administrativo de Gracia. Una escalera espiral permite subir hasta la maquinaria del reloj, obra de Albert Billeter.
Bajando por Gran de Gracia, en el número 18-22 encontramos un reloj en la fachada:




Esta singular casa obra de August Font i Carreras de 1906 fue la primera sede bancaria en Gracia y todavía es una sucursal de La Caixa. El edificio tiene en su torreón un reloj de esfera por encima de la imagen de la virgen de Gracia.
También la plaza de España ha contado y cuenta con su reloj:








En 1989 se derriba el edificio del reloj que ocupaba el Instituto Municipal de Educación y se construye para las olimpiadas el edificio que alberga el Hotel Catalonia Barcelona Plaza cuyo reloj de la fachada forma parte de la cristalera de la suite del reloj.

Continuará...

Ver también: Gracia recuerda "La revolta de les quintes" de Maite en Ando barceloneando

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