Estambul (1ª parte): Mezquita Azul

Llegada a Estambul (jueves 26-07-12)
Hace cuatro años estuve en Estambul con Ángeles, pero debido a una serie de circunstancias: un calor extremo, aglomeraciones en las principales atracciones turísticas, y un claro desconocimiento del medio por mi parte, hicieron que regresara del viaje sin haber disfrutado de la ciudad como hubiera deseado, y me quedó esa espinita clavada. 
Esa sensación se la comenté a mi amigo Miquel y fue él quien me sugirió que regresara en un viaje que haríamos juntos.



Finalmente, he podido congraciarme con la ciudad y la he disfrutado plenamente, ya que no se han dado esas circunstancias negativas (calor sí que hacía, es lo que toca, pero menos y lo hemos sabido sortear).
Agencia de viajes y vuelo:
Para empezar escogimos un vuelo al mediodía, de forma que no tuviéramos que madrugar, pero que tampoco llegáramos muy tarde. Fuimos a la agencia de viajes Orixà que hay dentro de la librería Altaïr y el trato y la eficacia fueron máximas. Volamos con Turkish Airlines con los que no tuvimos ningún problema y que, a la hora de comer, nos sirvieron un menú, con dos segundos a elegir (uno de ellos vegetariano) que no estaba nada mal (teniendo en cuenta que estamos en un avión).
En el aeropuerto:
Llegamos puntuales, pero, cuando aterrizas en Turquía, lo primero que tienes que hacer es ir a pagar el visado (15€), de lo contrario no pasarás el control de pasaportes. Seguidamente recogimos las maletas, que ya estaban dando vueltas por la cinta. En el aeropuerto ya nos esperaban para llevarnos (solo a nosotros dos) en una furgoneta hasta el hotel.
Llegada al hotel:

El hotel escogido fue el mismo al que había ido en la anterior ocasión: Yasmak Sultan. Se encuentra muy céntrico, a pocos minutos de Topkaki y Santa Sofía. De hecho recuerdo que  lo que más me llamó la atención fueron las vistas que, desde la terraza del hotel, podían admirarse de Santa Sofía. Terraza en la que comíamos cada mañana un fabuloso y variado desayuno.


Desayuno del viernes con Santa Sofía al fondo

El hotel dispone de una pequeña piscina, hamman y spa. La habitación no era muy grande, pero era cómoda (muchos armarios). El diseño no era recargado. Creo que ha mejorado desde la última vez. Otra de las ventajas del hotel es que estaba a escasos metros de una estación de tranvía (Gulhane)

Monedas y transporte:
Una vez instalados teníamos que ir a cambiar moneda, pero para no perder mucho tiempo la descambiamos en el mismo hotel, aunque por la zona más turística es fácil encontrar casas de cambio. (1€=2,2 Liras turcas aproximadamente).
Existe una cantidad y variedad enorme de transportes en Estambul: buses, tranvías, ferrys, taxi, funicular, tranvía histórico, teleférico, barcos, metro... Nosotros decidimos comprar una Istanbulkart (la venden en kioskos por ejemplo en los de Eminonu cerca del puente Galata).



Cuesta 6 LT (que teóricamente te devuelven cuando la retornas) y la recargamos en el mismo kiosko inicialmente con 20 LT más. No nos duraron mucho y en la siguiente ocasión la recargamos en las máquinas que hay en la parada de tranvía de Eminonu. Hay dos tipos de máquinas. Unas más pequeñas sirven para sacar el jetón (ficha o moneda que representa un solo viaje) y las máquinas más grandes donde se pueden recargar tanto la Istanbulkart como el antiguo akbil (una especie de llavero que hace las mismas funciones). Para recargar la tarjeta se coloca con la imagen boca abajo en una abertura que hay a la izquierda y que lee el dinero que te queda. A continuación introduces el importe a recargar en forma de billetes de 5, 10, 20...y así de fácil. Solo en un par de ocasiones compramos el jetón y en un caso era una ficha de plástico, y en otro una moneda. La ventaja de la Istanbulkart es que sale más barata (a pesar de que pagamos 6 LT por ella) que los viajes individuales, también por la comodidad de no tener que ir sacando el jetón cada vez, y además sirve para varias personas.



Tranvía, taxis, ferry cerca de Eminonu. Desde la pasarela que cruza la calle

La Istanbulkart sirve para todo tipo de transportes (taxi todavía no, y los barcos del crucero por el Bósforo tampoco), pero sí para tranvía, bus, ferry, metro, funicular, teleférico. El problema es que en Estambul no hay transbordo (al menos a nosotros nos descontaba cada vez que cogíamos otro medio de transporte). Eso hace que si sois varios y tenéis que ir lejos, por lo que quizás tengáis que hacer un transbordo, el taxi saldrá más a cuenta. Nosotros en este viaje no cogimos el taxi ni una sola vez, pero recuerdo hace 4 años que era una aventura. Primero tenías que pactar un precio (lo suyo sería que pusieran el taxímetro) y en el caso de que pusieran el taxímetro tenías que saber por dónde ibas y si no te cobraban la tarifa nocturna. Además no tenían aire acondicionado aunque hemos visto que los taxis parece que han renovado un poco la flota y cada vez se usa más el taxímetro. Eso sí, el tráfico es caótico y si vas a pie tienes que ir con cuidado porque los coches no paran y el tranvía pasa muchas veces rozándote.

Visita a las mezquitas:
El primer día, como ya eran más de las seis, no podíamos ir a visitar ningún museo (todos los cierran a las 19:00 h, pero la última entrada suele ser a las 18:00 h), así que decidimos visitar la mezquita azul (Sultan Ahmet Camii).



En Estambul hay una cantidad enorme de mezquitas. Algunas de ellas ocupan enormes edificios rematados por grandes cúpulas que confeccionan el característico skyline de Estambul. Otras, sin embargo, son más modestas y pasarían desapercibidas si no fuera por sus alminares. Muchas mezquitas fueron antiguas iglesias, convertidas al culto islámico por los otomanos tras la conquista. Las principales mezquitas son: la mezquita azul, la de Solimán, la mezquita nueva, de Rustempasa, Eyüp, Fatih, Atik Valide...
En Estambul se llama a los fieles a la oración cinco veces al día desde los altavoces situados en los alminares:


Cada alminar posee entre 2 y 3 balcones.
El número de alminares da razón de la importancia de la mezquita en particular.
La mezquita azul posee 6 alminares

Las mezquitas importantes servían, además de lugares de culto, de instituciones de caridad, con baños, cocinas, caravasares (alojamiento para viajeros), escuela, hospital.

En la actualidad ya no desarrollan todas estas funciones originales.
Así que la estructura central consta de un patio (avlu) donde se encuentra la fuente de las abluciones (sadirvan) que utilizan los fieles para los rituales de purificación. Los fieles antes de la oración se lavan la cabeza, las manos y los pies.


La fuente de las abluciones, de forma hexagonal,
ya no está en funcionamiento y es ahora puramente ornamental.
Los fieles utilizan las fuentes situadas en el exterior de la mezquita

El interior de la mezquita
. Si queremos visitar la mezquita deberemos observar algunas normas. Aunque la entrada es libre, deberemos evitar hacerlo en horas de oración, especialmente durante las principales reuniones, como el sermón de los viernes a las 13:00 h. Antes de entrar a la sala de oración hay que descalzarse (suelen disponer de bolsas de plástico para que introduzcas el calzado y lo lleves contigo o bien puedes dejarlo en unos bancos destinados a ello). Deben llevarse los hombros y las rodillas cubiertas. En algunas mezquitas las mujeres deben cubrirse el pelo, por lo que normalmente se prestan bufandas. Está prohibido comer, hacer fotografías con flash o quedarse parado cerca de los que rezan. De hecho suele haber una cinta separadora que los "giris" no traspasan.






La mezquita azul recibe este nombre por los azulejos de Iznik azules que decoran su interior. El interior de las cúpulas y bóvedas semicirculares de la mezquita están pintados con fascinantes arabescos sinuosos. Las ventanas no conservan las vidrieras originales del siglo XVII.

Cuando rezan, los musulmanes se dirigen a la Kaaba, (La Meca). El mihrab indica esta dirección. Para rezar se arrodillan y bajan la cabeza en señal de humildad y respeto a Alá. Las mujeres disponen de otro recinto más cerrado para rezar, o en terrazas.
La decoración siempre consta de exquisitas formas geométricas y sutiles trazos caligráficos ya que el Islam prohíbe las representaciones de seres vivos (humanos o animales). Dentro de las mezquitas (sobre todo las mayores) podremos ver una serie de elementos como son la mahfili, el mihrab, el minbar, la logia y el kürsü. En posteriores entradas mostraré imágenes de los mismos con una pequeña explicación de su función.
La vista de las cúpulas desde el exterior llama poderosamente la atención por su diseño en cascada.


Desde la puerta del hipódromo


Continuará...

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