Según una genuina tradición oral barcelonesa que ha perdurado a lo largo de los años en el imaginario popular como constante evocación del fin del año, cada 31 de diciembre pasea por las calles de Barcelona (y en otras localidades), un entrañable personaje que nos traslada a nuestros más tiernos recuerdos de infancia. Se trata del "home dels nassos" una figura que luce tantas narices como días tiene el año. Esta pequeña broma que padres, abuelos y tíos gastan a sus hijos, nietos o sobrinos llevándolos por las calles en busca de un hombre con 365 narices acaba descubierta con la confesión de los mayores de que para ver semejante fenómeno basta con que cada uno de nosotros nos miremos al espejo, ya que al último día del año solo le resta un día.
"L'home dels nassos" es por tanto el recuerdo de un tiempo pasado y la ilusión del año que comienza. Hacer balance de los últimos 365 días y a la vez pensar en nuevos proyectos. Tener la esperanza de que todo irá mejor. Es por ello que "l'home dels nassos" lo somos todos.
Sin embargo, desde hace ya algunos años, esta tradición oral ha tomado la forma de un cabezudo narizón que es paseado por las calles en alegre procesión. En Barcelona aparece mágicamente de la "Casa dels Entremesos" (Plaça de les Beates, 2) recibido por el grupo de percusión Percudium y saludado por aquellos infantes que no se asusten del ruido.
Acompañados por los "animales" (miembros) de "l'Arca de Noè" y los músicos, el personaje de potentes atributos olfativos se dirige en autocar hacia una parte de la ciudad. Este año visitaron el Mercado del Clot donde repartieron narices postizas. Momento que aprovechamos Jordi (de Instants Barna) y yo para ir a tomar algo.
Los actos continuaban luego en el Passeig de Gràcia, frente a la encina en la que este año se ha colocado una placa en el suelo en homenaje a mossèn Cinto Verdaguer.
Mientras el grupo de niños esperaban a "l'home dels nassos", disfrutaban de la fiesta con música y juegos. Hasta que apareció la alegre comparsa capitaneada por el cabezón narigudo y la representación del nuevo año, aún en pañales.
Seguidamente tuvo lugar la alocución por parte de Anna Maluquer del texto que Verdaguer dedicó a la encina solitaria del Passeig de Gràcia y publicado en 1903 en "La Veu de Catalunya".
Solitaria, pero no única encina del Passeig de Gràcia, pues, como ya mostré en Passeig de Gràcia (3ª parte), existe otro representante de la especie Quercus ilex en el nº 24 del paseo frente a la Casa Pere Llibre, por lo que ¿cual es en realidad la encina solitaria de Verdaguer?
Mientras la infancia y sus padres disfrutaban de una "xocolatada amb pa de pessic"
aproveché para ver la exposición "20 años de premios Lux" del cercano Palau Robert. Fundada en 1984 y con sede en Barcelona, "l'associació de Fotògrafs Professionals de Publicitat i Moda de Catalunya", decidió, en 1992, crear los primeros premios de fotografía profesional de ámbito estatal con el objetivo de reconocer y promocionar a los mejores fotógrafos especializados en Arquitectura, Bodegón, Industrial, Moda, Publicidad y Retrato. Nacían los Premios Lux.
En el año 2000, la AFP/PMC adopta el nombre de Asociación de Fotógrafos Profesionales (AFP) de España con el objetivo de liderar y cohesionar la fotografía en todo el estado. La exposición conmemora 20 ediciones de los Premios Lux, ordenada en 11 espacios con cada una de las categorías que muestran la totalidad de las imágenes de las ediciones de 1993 a 2012, junto con una cuidada selección de obras que ayudan a explicar la evolución de la fotografía, el premio y la diversidad de autores y estilos.
Os dejo una pequeña muestra de las sorprendentes fotografías que pueden contemplarse en la exposición.
Como sorprendente es el árbol de Navidad formado por corchos y botellas con los mejores deseos de muchas personas.
Al salir del Palau Robert la comitiva montada en carruajes ya emprendía camino por el Passeig de Gràcia en dirección a la Plaça Sant Jaume. Un viaje mágico por la ciudad que despertaba asombro en los japoneses y admiración general en la totalidad de transeúntes.
Una vez en la Plaça Sant Jaume se procedió a la salutación de las autoridades y se cedió la llave para abrir el año nuevo a los representantes del Ayuntamiento de Barcelona.
Una vez más, el grupo de percusión Percudium pusieron punto final al evento.
Por la tarde aún quedaba la Cursa dels Nassos (Sant Silvestre), aunque yo por mi parte opté por quedar a comer con mi amigo Chordi de Barcelona Mon Amour, aunque eso es ya otra historia.
Ver además: En Barcelona hoy ha salido l'home dels nassos ¿Lo has visto? de Barcelona en horas de Oficina.
Un árbol lleno de buenos deseos de Ando barceloneando.
Milerenda: Una tarde de 2012
0 comments:
Post a Comment