Paseos curiosos por Barcelona (19ª parte)

Desde que me dedico a pasear por Barcelona y observar todo lo que me rodea y llama mi atención, suelo caminar con la cabeza bien alta mirando casi siempre hacia arriba, lo que ha provocado que en más de una ocasión estuviera a punto de llevarme por delante a alguna viejecita. Pero ha llegado el momento de bajar la vista, pues también en el suelo podemos encontrar interesantes elementos de la ciudad, como son los "panots" sobre los que caminamos.

Diseño en flor

Tras el derribo en 1854 de las murallas, el plan Cerdà de Reforma y Ensanche de Barcelona, publicado en 1859, establece la urbanización de la nueva ciudad y propone también la pavimentación de las calles, aspecto que para Cerdà era de gran importancia.

Plano de Barcelona de 1806. Fuente Wikipedia

Plan Cerdà. Fuente wikipedia

Inicialmente las obras de urbanización del Ensanche se produjeron a un ritmo lento hasta que, en 1870, se experimentó un auge coincidiendo con la preparación de la Exposición Universal de 1888. A la vez se empezó a comercializar un nuevo tipo de cemento de la casa Portland que tenía la propiedad de endurecer en contacto con el agua, es por ello que se denominó cemento hidráulico. El uso de este cemento para la fabricación de losetas de 20x20 cm permitió fijar unos criterios de calidad y facilitó la uniformidad del pavimentado, a pesar de la diversidad de contratistas y la dilación en el tiempo.
La primera documentación que encontramos sobre estas losetas, la presenta el departamento de Obras Públicas del Ayuntamiento de Barcelona en 1906, a través de un muestrario de dieciocho modelos de panots.


Estando ya colocadas algunas de estas losetas en calles del Ensanche, se publica el 19 de enero de 1907 el Boletín Oficial con el pliego de condiciones para la subasta de adjudicación. Pero, el 14 de febrero, los fabricantes de mosaicos hidráulicos de la ciudad: M.C. Butsems y Fradera, Cabruja y Segui, E.F. Escofet y Cia. S. en C., José Foncuberta y Cia., Teótimo Fortuny, Orsola Soá y Cia y Viuda e hijos de Juan Vila, realizan un comunicado en el que piden la suspensión de la subasta y la modificación de las condiciones, ya que, al no especificarse hasta después de la subasta la forma, figura y tamaño de las losetas, podría variar el precio de éstas. Así, se emiten unas nuevas condiciones en las que se especifica que las losetas tendrán forma cuadrada de 20 cm de lado y un grosor de 4 cm. Los cinco dibujos de las cinco clases de losetas serán las denominadas como: flor, cuatro pastillas y cuatro círculos, llavero, círculos concéntricos, y cuatro pastillas.


La subasta se celebra el 16 de mayo de 1907, y a ella se presentan ocho opositores. Aunque inicialmente se adjudica por 42.000 pesetas a Ramón Escobar, es finalmente traspasada a la empresa Escofet que en 1913 incluye en su catálogo, por primera vez, losetas para pavimentos exteriores.
La empresa Escofet, fundada en 1886 por Jaume Escofet i Milà, como he explicado, no era la única que trabajaba con las llamadas baldosas hidráulicas. Incluso antes que ésta existía ya M. C. Butsems, que fue la primera en constituirse. Estas empresas se dedicaban a la fabricación de baldosas para interiores, siendo la casa Escofet una de las más notables, motivo por el cual ganó la medalla de oro en la exposición Universal de 1888 por sus diseños de baldosas de interiores. La empresa Escofet todavía existe, aunque ya no fabrica los famosos panots que pavimentan nuestras calles. Aquí os dejo un catálogo reciente de sus productos.

Antigua localización en la Ronda Universidad, 20


En la web Tot Barcelona de Miquel podréis ver la baldosa corporativa de la casa Escofet.
El 14 de agosto de 1914, coincidiendo con la preparación de la Exposición Universal prevista inicialmente para 1917, se redactan unas nuevas bases para la construcción de las aceras, en las que se obliga a construir y costear parte o la totalidad de la acera a los propietarios de los edificios. Sin embargo, y siempre que cumplieran con las condiciones del pliego, el Ayuntamiento subvencionaría las obras con dos pesetas el metro cuadrado. Pero, una vez terminada la acera, ésta pasaría a ser propiedad del Ayuntamiento.
Los "panots", baldosas, o losetas que podemos ver actualmente en las calles de Barcelona cubren más de cinco millones de metros cuadrados y tienen los siguientes diseños:



Todas ellas tienen una serie de características comunes que las han llevado a convertirse en la primera opción como pavimento urbano, a saber: están realizadas en cemento hidráulico por lo que es fácil fabricarlas en serie; son cuadradas de pequeño tamaño (20 cm. de lado) y de un grosor de 4 cm. por lo que encajan bien entre ellas y son muy manejables; son baratas; atractivas; fáciles de limpiar; y su superficie es resistente y antideslizante, incluso cuando están mojadas, aunque no todas evacuen el agua por igual. Curiosamente, en Bilbao tienen un diseño muy parecido al de la flor, pero con surcos adicionales que evitan que el agua se acumule en la figura central. Ver: Feeling Bilbao.


El diseño más conocido y que ha llegado a ser icono de la ciudad es el de la flor.



Cuando Puig i Cadafalch, en 1900, tuvo que pavimentar la entrada de carruajes de la Casa Amatller, escogió un diseño que fue el precursor del panot de la flor pero que, tras muchos años de uso, ahora ha quedado prácticamente irreconocible. Actualmente, la Casa Amatller está en proceso de restauración y algunas de esas históricas losetas han sido levantadas, esperemos que vuelvan a ser colocadas en su sitio una vez acabadas las obras. Una fotografía completa del patio de carruajes la encontrareis en La meva Barcelona.



Casualidad o no, el apellido de la familia Amatller recuerda el de un árbol con flor, el almendro (ametller).
Este diseño se ha hecho tan popular gracias, en parte, a haberse reproducido en multitud de objetos: joyas, camisetas, chocolatinas, bolsos, como los de la tienda Calpa en la calle Ferran:


También se ha utilizado como logotipo de la ciudad o representando a asociaciones, como el blog de blogs de Barcelona Barcelonasfera:


O en globos para actos festivos:


O en los ceniceros que, desde la prohibición de fumar en interiores, se colocaron en muchas papeleras:


Hasta tal punto representa a Barcelona que, cuando el museo olímpico de Laussane (Suiza) solicitó un elemento identificativo de la ciudad, el Ayuntamiento envió un metro cuadrado de la acera de la Villa Olímpica.

Fuente: wikipedia

También es usado como símbolo del modernismo, por encima incluso del panot Gaudí. Aquí vemos la baldosa que indica la ruta del modernismo en dos inclusiones diferentes: colocada en la intersección de tres baldosas o en el interior de una de ellas.




Continuará...

Parte de la información ha sido obtenida del trabajo de Danae Esparza
Ver además:
La meva Barcelona: Panots de Barcelona
Tot Barcelona: Los panots de la ciudad de Barcelona
I...Els "panots" de pavimentos hidráulicos
El Bloc De arquitectura y urbanismo de Barcelona: Panots Barcelona
El far de Maians: Panots de Barcelona

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