Desde el primer momento que comencé a leer el libro de Mireia Valls, "La Barcelona Subterránea", me di cuenta que existían numerosos puntos en común con nuestro blog, y con nuestras vivencias, pues no en vano, el libro realiza un extenso recorrido por Barcelona y sus profundidades.
De la Tamarita, podemos leer que: "El acaudalado empresario Mata hizo construir, a mediados de la Primera Guerra Mundial, este edificio señorial rodeado de un jardín obra de Rubió i Tudurí, donde habitó hasta que en 1936 la finca fue confiscada. En la actualidad la ocupa la entidad educativa Blanquerna adscrita a la Universitat Ramon Llull, aunque el parque es público".
Efectivamente, un parque que durante varios años me sirvió de oasis ya que durante los descansos de mi trabajo acudía allí para refrescarme bajo la fuente que nombran: "Nos sentamos en un extremo del jardín, frente a una cascada en la que el agua caía y era recogida en el interior de una pequeña gruta ornamental".
Del
Palau de les Heures escriben: "Así me he enterado de que el Palau de les Heures lo mandó construir el Sr. Gallart Forgas, rico comerciante de caña de azúcar que amasó su fortuna en Puerto Rico, y también gracias a su compañía de barcos de vapor. Al regresar a Barcelona se hizo levantar una casa en la Rambla Catalunya 10, por el arquitecto August Font, al cual le encargó también su residencia de verano en los terrenos que adquirió en Horta. En un año, de 1895 a 1896, estuvo completada la obra, pero el Sr. Gallart sólo la pudo disfrutar dos veranos, pues murió en julio de 1898."
La historia que le sigue a este Palacio puede leerse en la entrada que hice sobre los lugares escogidos por el grupo de literatura Diodati como inspiración para sus relatos:
Paseos Curiosos por Barcelona (17ª parte).
"El agua en toda esta zona era abundantísima, y cito este pasaje en el que se habla del vergel de las Heures, bautizado como el Jardí dels Brolladors, o sea de los surtidores".
Del Parque del Guinardó comentan: "-¡Es el no va más! ¿Os dais cuenta? Por un lado los pasadizos que cruzan el Tibidabo desde el Palau de les Heures o desde la torre de la zona alta de Barcelona que visitamos, y que llegan hasta el Vallès, y por el otro, túneles desde el cerro de la Rovira y el barrio del Guinardó hasta el centro de Barcelona. Como una ciudad a otro nivel, e incluso más que una ciudad, un territorio inmenso conectado por caminos secretos bajo tierra".
Caminos que me serían de mucha utilidad para trasladarme cada día desde el centro de Barcelona hasta mi actual lugar de trabajo. En su defecto utilizo otros túneles, los del metro. Pero también en el blog hicimos mención de un punto estratégico situado en esa zona:
Batería antiaérea del Turó de la Rovira.
También se nombran las colinas de la ciudad: "...Además pienso que si hay túneles desde el cerro de la Rovira, también los puede haber desde el Carmel, Monterols, el Putxet, la Peira y la Creueta del Coll hasta el monte Táber, o sea que los siete montes míticos de la ciudad podrían estar unidos secretamente, y hasta quizás con la isla original me refiero a Montjuïc." Lo que me recuerda nuestra afición a subir hasta aquellas zonas desde las que puede contemplarse unas buenas vistas de Barcelona o de cualquier otra ciudad:
Paseos curiosos por Barcelona (10ª parte)
La relación de las grutas subterráneas con el agua son continuas. El agua es fuente de vida y durante todo el libro se alude a la necesidad de beber de esas aguas. ¿De dónde proviene el agua? Sus orígenes son diversos: "...Son innumerables los puntos interconectados bajo tierra de la actual Barcelona, pero que antaño eran comunicaciones de la ciudad amurallada con las poblaciones del llano (el Clot, por ejemplo) y las del pie de la montaña (Sarrià, Sant Gervasi) y aún con poblaciones lejanas como Sant Cugat y Montcada i Reixac. Por cierto, desde esta población partía la conducción medieval, conocida como Rec Comtal, que abastecía de agua a la antigua urbe barcelonesa".
La relación de los habitantes de Barcelona con el agua quedó resumido en tres entradas: Paseos curiosos por Barcelona (
7ª parte), (
8ª parte), (
9ª parte).
También son continuas las referencias a Gaudí, al que se le considera, desde su obra de la Sagrada Familia, punto central del laberinto del inframundo. De la
Casa Batlló se dice: "Por otra parte, ahondando en el tema masónico, tengo una noticia de última hora sobre la casa Batlló y sus subterráneos que me dejó boquiabierta, pues al parecer esos bajos acogieron reuniones rituales de esta orden iniciática. También me han contado que a un nivel muy profundo hay una pequeña sala circular muy curiosa, desde la cual partía un túnel que conectaba con otras edificaciones proyectadas por Gaudí, en concreto la casa Milà (Pedrera) y la Sagrada Familia, e incluso me han hablado de un camino subterráneo que llegaba hasta el Ayuntamiento".
Passeig de Gràcia (5ª parte)
Otro de los temas recurrentes es el del laberinto. En este sentido se hace mención a la exposición Por Laberintos del CCCB del 2010 y al libro editado para la ocasión: "En la introducción del libro Por Laberintos, el presentador lo explica y sin tener la respuesta ni referirse explícitamente a lo esotérico, hace constantemente referencia al mito. Ya verás que no se atreve a hablar de lo oculto, pero el tema subyace en todo su escrito. Esto es lo que es Barcelona en sí, un laberinto en el que están unidos los siete montes, y en cuyos dominios vive la Pitonisa o esa entidad que llamamos "las Pitonisas" que eventualmente aparecen en distintos puntos de la ciudad. Manteneos alerta".
De esta visita también hice yo mención en un post en el que explicaba el origen y los diferentes tipos de laberintos:
Por laberintosPero una de las informaciones que más me sorprendió fue la que hace mención a las
Torres Alejandre. "Cuestiones aparentemente azarosas nos aportaron nuevos datos sobre algunos subterráneos de Barcelona que durante la Guerra Civil (del 1936 al 1939) fueron utilizados por el Servicio de Inteligencia Militar (SIM) republicano como centro de reclusión y tortura de personas del bando de los nacionales, y también de integrantes de facciones disidentes del propio bando, celdas denominadas popularmente "checas", que es la abreviatura del ruso
Chrezvichainaya Komisia, o sea, Comisión Extraordinaria. En Barcelona se han contabilizado más de 20 lugares". Al parecer una de estas checas se encontraba en los bajos de una de las dos torres gemelas que se encuentran en la calle Muntaner 321 y que mencioné en el post sobre esta calle:
Calle Muntaner (2ª parte) de la Vía Augusta a la Diagonal. La otra torre, gemela a ésta, está ocupada desde hace mucho tiempo por un colegio, el colegio Nausica. Igual que explican en el libro, yo también veía como el mayordomo limpiaba el Rolls Royce, un mayordomo como los de las películas, o como el que aparece en los cuentos de Tin Tin. Yo también lo veía porque yo también fui a ese colegio.
Todavía podríamos encontrar muchos más puntos de encuentro, como el de la exposición sobre el 100 aniversario del contrato entre el Ayuntamiento de Barcelona y FCC en
Exposiciones dispares y la incursión a las alcantarillas que realizaron los miembros de La Colegiata a la cloaca de la Vía Augusta y la de la Palma de Sant Just, o el omnipresente Hermes y nuestras cacerías fotográficas:
Cazadores de Hermes;
Crónicas de Hermes. Etc, etc. Por todo esto, y mucho más, ha sido para mí una lectura apasionante, y que queda ahí, en un lugar de honor en la biblioteca sobre Barcelona, para ser releído cuando sea necesario o cuando quiera rememorar todas sus andanzas.
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