El segundo día en París fue maratoniano. Cuando llegué por la noche al hotel pensaba que se me habían desgastado los pies. Ahora, viendo todo lo que hicimos y caminamos en un solo día, empiezo a entenderlo.
A primera hora fuimos a visitar la Ópera Garnier. Aunque sería más apropiado llamarlo Palacio Garnier.
La ópera que inspiró a Gastón Leroux para su fantasma estuvo a punto de no acabar de construirse por diversas circunstancias. En una ocasión al encontrarse las cuevas con aguas subterráneas que aparecen en la citada novela.
De la ópera fuimos al Orsay: un museo impresionista en una estación de ferrocarril. Nos habían dicho que ya no se podían hacer fotos en su interior y, aunque había carteles que así lo advertían, los que disparaban sus cámaras eran legión. Así que, finalmente, nosotros también sacamos algunas instantáneas. Eso sí, en las salas la prohibición era más estricta y te podía caer una buena reprimenda si te pillaban.
Para evitar las colas a la entrada es conveniente o llevar el París Museum Pass o haber sacado las entradas con antelación. En ambos casos entras por otra puerta apenas sin hacer cola. Las entradas pueden sacarse por anticipado en Internet o en la Maison de la France (C/Fontanella 21-23 en Barcelona). Es uno de mis museos favoritos, por lo que, aunque ya había estado, no me importó volver. Al salir comimos un bocadillo rápido y nos pusimos a andar por la ribera del Sena.
Y cuando llegamos a Notre Dame, apenas echamos unas fotos y seguimos nuestro recorrido.
Sin embargo, si se dispone de tiempo, recomiendo subir a las torres, desde donde se disfruta de unas increíbles vistas de París y, además, pueden verse de cerca sus famosas gárgolas, entre ellas la que dio nombre al primer post, la stirga. Por mi parte solo pude sacar esta foto de las gárgolas desde la distancia.
El día acompañaba. Había dejado de llover, lo que me permitió sacar una foto que, cuando la vi en casa, pensé que sería perfecta como fondo de pantalla.
Finalmente llegamos hasta el jardín de las plantas. Se trata de un jardín botánico abierto al público que, sin embargo, en esta época del año no lucía especialmente. A pesar de ello, me esforcé por sacar alguna foto que mereciera la pena.
Como ya caía la noche decidimos quedarnos a cenar en un restaurante del barrio:
Y para variar, regresamos andando hasta el hotel, pasando por otra de las reconocibles estampas de París.
Lo sé. Quería hacer una entrada que se apartara de los tópicos y, sin embargo, solo Woody Allen me supera con "Vicky Cristina Barcelona". Prometo algo más original en futuras entradas.
Continuará...
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