Ayer sábado disfruté de un magnífico día en familia. Como ya va siendo tradición disfrutamos de una excelente comida: una calçotada hecha con fuego de leña.
La salsa para los calçots la hizo mi tía y le quedó para chuparse los dedos. Como el resto de viandas. Habían tantos calçots que sobraron y al día siguiente nos los hicimos rebozados:
Habituado a la vida urbana, un día al aire libre mejora la salud y el humor. Por supuesto no me reprimí al hacer fotos de lo que a mí tanto me gusta:
0 comments:
Post a Comment