Paseos curiosos por Barcelona (5ª parte)

El esgrafiado fue un arte que tuvo su apogeo en Barcelona entre 1765 y 1810. Se trata de una técnica artística para embellecer las fachadas de los edificios que consistía en realizar dibujos con arena de playa sobre un estuco de forma que la capa inferior muestre un color diferente a la superior. El esgrafiado está a medio camino entre la pintura y la escultura.
Inciaremos nuestro recorrido por un edificio de las Ramblas en el número 116.



En 1898 el arquitecto Pere Bassegoda reformó la casa construida 80 años atrás eliminando los esgrafiados originales y encargando otros nuevos a Francesc Soler Rovirosa. Aunque los resultados son vistosos, se añoran los esgrafiados antiguos.
Ahora solo hay que entrar un poco por la calle Portaferrisa y girar a la derecha para entrar en el callejón de Roca, desconocido para la mayoría de los ciudadanos. Allí nos fijaremos en el nº 25.


En este edificio estrecho del 1784, en los esgrafiados presentados en el programa de rehabilitación Raphael se observan diversas figuras barrocas a lo largo de las cinco plantas. 
Llegaremos hasta el final de la calle y giraremos a la izquierda. Enseguida toparemos con la plaça del Pi. Allí en el número 4 frente a la entrada principal de la iglesia del Pi observaremos un bello edificio.




Querubines, jarrones y ropajes conforman la decoración del edificio de 1781 y sede del gremio de los "tenders revenedors". Este gremio fue fundado a mediados del siglo XV y su patrón es el arcángel San Miguel cuya figura puede verse en la hornacina de la fachada y una inscripción "Quis ut Deus". Por su nombre: revendedores, podríamos entender que se ocupaban de la venta de objetos de segunda mano, sin embargo su ámbito se circunscribía a la venta de víveres al por menor: arroz, fideos, miel, aceite, cebada, quesos, jabón, atún salado, sardinas, anchoas, legumbres, higos, pasas, dátiles...Por lo tanto revendían lo que los primeros productores -campesinos, pescadores- les habían llevado.
Nos dirigiremos ahora hacia la calle Boquería y girando a la izquierda llegaremos hasta la esquina con Banys Nous, allí encontraremos el siguiente edificio.


Aunque la finca es de 1716, los esgrafiados fueron nuevamente trabajados en el siglo XIX por Rovirosa y la técnica utilizada no es barroca si no más bien modernista.
Avanzando un poco más nos adentraremos en la calle del Call y en el nº 14 nos fijaremos en el siguiente esgrafiado:


Posiblemente nos encontremos ante uno de los más bellos esgrafiados de Barcelona, realizados entre 1780 y 1790 muestran el busto del poeta latino Ovidio, una dedicatoria a su obra "La Metamorfosis" y dos ilustraciones del interior de la librería Cormellas.


Volveremos sobre nuestros pasos y bajaremos por la calle Avinyó hasta llegar a la plaza George Orwell. Nos fijaremos en el edificio con el 44 de la numeración de la calle Escudellers


Aunque no lo parezca, este esgrafiado de 1769 fue restaurado en 1998, pero la humedad ha deslucido drásticamente su encanto. La figura masculina podría representar la fidelidad y la femenina, la belleza. Pero podrían ser dos divinidades mitológicas: Hermes y Afrodita.
Enfrente, también dando a la plaza, podemos contemplar otro esgrafiado con motivos florales, restaurado en la misma época.


Hasta aquí la primera parte del recorrido. Hemos caminado ya 1 km. Ahora volveremos sobre nuestros paso, por lo que adjunto ya el primer plano para que no se confunda con el recorrido de vuelta. 

A. La Rambla, 116. B. Roca, 25. C. Plaça del Pi, 4. D. Boqueria, 47. E. Call, 14. F. Escudellers, 44 
Aprovechando que estamos en la plaza George Orwell podemos echar un vistazo a la tienda Gopal que comenté en una entrada anterior.
Volveremos por donde llegamos hasta la calle Banys Nous y el carrer de la Palla hasta la Plaça Nova hasta llegar finalmente a la Via Layetana y en la esquina con Sant Pere més Alt encontraremos el siguiente edificio:





Palau de la Música (y edificio al fondo)

Este edificio del 1763 estuvo a punto de desaparecer cuando se realizaron las obras de la Via Layetana, pero un ligero traslado consiguió preservarlo. Fue la sede del Gremio de Tejedores de Vela y el Colegio del Arte Mayor de la Seda y en los esgrafiados de su fachada podemos ver atlantes y cariátides, así como a la Purísima, patrona de los veleros.
Si avanzamos un poco más, solo hasta el número 4 de la misma calle observaremos el siguiente edificio:


En la casa de Pella i Forgas, otro esgrafiado moderno obra del citado Rovirosa con un estilo muy floral y diferente a la época dorada del siglo XVIII.
Continuamos por la misma calle hasta llegar a Mare de Deu del Pilar donde nos internaremos. En el número 24 encontraremos el siguiente edificio:



En 1918 el arquitecto Josep Maria Jujol hizo un homenaje a Sant Josep Oriol nacido en esta misma calle conocida popularmente como calle del Cuc.
Continuaremos por la Mare de Deu del Pilar hasta llegar a Sant Pere Més Baix donde giraremos a la izquierda hasta el número 46 donde finalizaremos nuestro recorrido.



En 1779 un maestro cordonero se hizo construir una casa decorada con esgrafiados que mostraban unos cortinajes descorridos por angelotes desnudos gracias a cordones con borlas del fabricante. Bustos y jarrones completan la decoración.
Y nosotros concluimos el recorrido con el plano de esta segunda parte:


Para esta entrada me ha sido de inestimable ayuda el libro: "Paseos insólitos para descubrir Barcelona" de Josep M. Huertas.

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