Paseos curiosos por Barcelona (3ª parte)

Colonia Iulia Augusta Faventia Paterna Barcino. Un nombre demasiado largo para un asentamiento de tan solo 12 hectáreas. La colonia romana de Barcino se situó en el s I a. de C. sobre una pequeña elevación cerca del mar, el mont Taber, y entre dos rieras.


Su forma, casi rectangular (de hecho octogonal), se estructuraba a partir de dos calles principales y perpendiculares entre si: cardo maximus de norte a sur y decumanus maximus de este a oeste, que desembocaban en las cuatro únicas puertas abiertas en las murallas.


Ciudad romana superpuesta al plano
actual de Barcelona. Fuente: Wikipedia

En la actualidad solo podemos ver una de esas puertas, la que hay en la Plaça Nova.


En el extremo opuesto encontraríamos la puerta decumana de mar que quedaría a la altura de la calle Regomir

Cente Cívic Pati Llimona. Regomir 3
Entre las calles principales y las murallas se erigían los edificios separados por estrechas calles. En el cruce de las vías principales se encontraba el foro de la ciudad, aproximadamente donde se sitúa la plaza Sant Jaume. El foro era el centro administrativo, religioso y político de la colonia, y allí se construyó en el siglo II d. de C. el templo de Augusto. Actualmente se conservan 4 columnas en el mismo lugar donde fueron levantadas hace casi 2000 años. Se pueden ver en el patio del nº 10 de la calle Paradís, detrás de la Catedral.

Sede del Centre Excursionista de Catalunya
En la entrada podemos ver en el suelo una rueda de piedra que indica la situación del ara (losa o piedra consagrada) del templo. Ver reseña.


La historia reciente de estas columnas es muy curiosa. En 1850 todavía quedaban en pie seis de ellas. De las cinco de la calle Llibretería, al derrocar las casas que las contenían, dos se destruyeron y con los restos se levantó una nueva que fue a parar a la plaça del Rei, hasta que finalmente fue trasladada a su lugar original.


Las murallas de Barcino se construyeron en dos épocas distintas: las primeras en el siglo I a. de C. Posteriormente fueron reforzadas hacia finales del siglo III d. de C. Las nuevas murallas contaban con 78 torres, la mayoría cuadradas. El perímetro de la muralla tenía unos 1200 m y se conservó casi completa hasta el siglo XIX. Como se construyó con deshechos de la misma ciudad se han encontrado restos de columnas, estatuas y multitud de objetos.


El agua llegaba a la ciudad a través de dos acueductos. Uno partía de la sierra de Collcerola y otro del río Besós. Del primero pueden verse algunos arcos reconstruidos en la puerta de la plaça Nova.


Muy cerca, en la calle Duran i Bas, se han descubierto cuatro arcadas del acueducto incluidas en una pared medianera.


Las casas tenían la misma estructura que la domus unifamiliar típica, sin embargo, de un tamaño bastante grande para las dimensiones de la ciudad. El atrium y el peristylum eran los espacios principales alrededor de los cuales se distribuían las demás estancias. Si visitamos el museo de historia de la ciudad podremos ver in situ restos arqueológicos de gran valor situados bajo la plaza del Rei. Pero el siguiente vídeo también nos puede dar una idea de todo lo expuesto.


Fuera de las murallas se encontraban las necrópolis bordeando los caminos. En la plaza Vila de Madrid se ha encontrado una vía sepulcral que contenía más de 70 tumbas de las que pueden visitarse 24 y alguna que otra lápida. Las inscripciones sugieren que se trataba de una necrópolis para gente humilde.


Nuevamente un vídeo nos transportará a otras épocas


Aprovecho para añadir algunos libros más como bibliografía, concretamente: "Historia de Barcelona. De los orígenes a la actualidad" de Alicia Sánchez y María Pomés, que me ha servido para esta entrada, y también utilizaré más adelante: "Paseos por la Barcelona científica" de Xavier Durán y Mercè Piqueres, y "Barcelona sense presses" de Isabel de Villalonga.

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