Català-Roca en la Pedrera, la Tagliatella y Lolita Bakery

Es lo que yo llamo alimentar el cuerpo y el alma. ¿Se puede pedir más? Esta mañana salíamos más o menos temprano hacia la Pedrera a ver la exposición de fotografía de Francesc Català-Roca.

Fuente: La Vanguardia
En total unas 200 instantáneas, tres de sus cámaras, y un par de documentales, y muchos consejos de cómo tomar fotografías. Todo un cursillo acelerado. Uno de sus consejos es: "El fotógrafo siempre duda: qué ángulo hay que tomar, qué diafragma y qué velocidad hay que elegir, qué película hay que preferir... No debe dudar nunca a la hora de disparar". Por eso Català-Roca se le considera el fotógrafo del instante, de la mirada selectiva. Nos han llamado la atención varios aspectos de sus fotos que luego al ver los documentales se han confirmado: primero que nunca buscaba el lado negativo de lo que retrataba, dignificaba a las personas aunque su situación fuera precaria, y segundo, que tenía un gran sentido del humor.


También hemos comprobado que sus fotos respiraban modernidad, en sus encuadres, en sus composiciones, en sus motivos...También se dedicó a retratar a personajes famosos: Dalí, Hemingway, Tàpies, y Miró con quien estableció una curiosa relación profesional y de amistad, pues fue solo a Francesc a quien el pintor dejó entrar en su taller mientras éste trabajaba para que lo fotografiara. Así que las mejores fotos que tiene Joan Miró son sin duda las que le hizo Català-Roca. También se dedicó a la fotografía de arquitectura y, aunque él dijera que no era un artista, algunas de esas fotos parecen cuadros cubistas, auténticas obras de arte.
Nos lo hemos pasado en grande, tanto es así que al salir hemos comprado el catálogo de la exposición y más adelante seguramente adquiriremos otro de sus libros: el de Barcelona.


Alimentado el espíritu nos dirigimos a alimentar el cuerpo y no tuvimos que caminar mucho para llegar a la pizzería La Tagliatella de la calle Mallorca con Pau Clarís. Ya en Tarragona disfrutamos de la comida de una de los locales de la franquicia y como nos habían recomendado también ésta en concreto no lo dudamos.





Las pizzas son de esas grandes y finitas. Ésta no la había probado nunca: era de berenjena caramelizada. Muy rica, como todo lo demás. Y de postre nos pasamos por el Lolita Bakery en Provenza, muy cerca de la Pedrera: un local donde hacen cupcakes y otras delicias.





Éste fue nuestro botín y podéis estar seguros que, cuando estéis leyendo esto, los cupcakes ya no existan.


y como ayer se me olvidó la canción la pongo hoy para así acabar otra vez dando alimento al espíritu:

 

  • Digg
  • Del.icio.us
  • StumbleUpon
  • Reddit
  • RSS

0 comments:

Post a Comment