¿Es posible hacer una película dentro de un ataúd? ¿Puede explicarse una historia en unos pocos metros cúbicos? Rodrigo Cortés pensó que sí. Y fruto de ello es esta película que engancha y te mantiene en tensión durante los 90 minutos que vives junto al protagonista Paul Conroy, interpretado por Ryan Reynolds. Pero para que toda historia sea creíble, es imprescindible que se sustente en un buen guión, como el que ha escrito Chris Sparling.
Por supuesto, no es una película recomendable para todos los públicos. Entiéndase que se abstengan los extremadamente sensibles, los que tengan claustrofobia, los que no estén pasando por su mejor momento... Sin embargo, a mí me ha parecido una película extraordinaria. Muy bien resuelta. Muy "recomendable".
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