Connie Dover
Arte y Ciencia (3ª parte)
También los propios artistas han sufrido enfermedades que se han reflejado en sus pinturas. Pongamos varios ejemplos, algunos bien conocidos, otros no tanto.
Hace ya unos días que vi la exposición de Magris y Trieste donde se exponían dibujos de Vito Timmel. Este pintor triestino murió en el hospital psiquiátrico de la ciudad italiana a finales de la Segunda Guerra Mundial. Timmel entregaba sus dibujos a su amigo y cuidador Sofianopulo a medida que los creaba. La obra teatral de Claudio Magris "La muestra" se basa en la vida de este artista.
A William Utermohlen le fue diagnosticado Alzheimer en 1995 a los 62 años. Este pintor cultivó el autorretrato y no dejó de hacerlo a medida que su enfermedad avanzaba. El resultado fue un impresionante testimonio de los efectos del Alzheimer en su pintura.
William utermohlen no era conocido antes de que se mostraran estas pinturas en una exposición en la que se quería concienciar a la población sobre este padecimiento. William murió en el 2007.
Más conocido es Pierre Auguste Renoir, su enfermedad: artritis reumatoide. La enfermedad condicionó su pintura. Renoir necesitaba que le ataran los pinceles a la mano.
Las grandes bañistas. 1918-19 |
Bien conocido es también Claude Monet y sus cuadros de nenúfares
El estanque de los nenúfares. 1899 |
El puente japonés. 1922 |
Puente japonés en Giverny. 1926 |
Yo mamando. 1937 |
La columna rota. 1944 |
La cama volando. 1932 |
Las dos Fridas. 1939 |
Teatro Romea: La Avería
"La Avería" es una obra basada en un cuento del escritor suizo Friedrich Dürrenmat, que pudimos ver en el Teatre Romea, y en la que se reflexiona acerca de conceptos como la ley y la justicia, o la pérdida de valores y la falta de humanidad. Está dirigida por Blanca Portillo, e interviene un elenco de actores tales como: Daniel Grao, Emma Suárez, Fernando Soto, José Luis García-Pérez, Asier Etxeandía y José Luis Torrijo.
Alfredo Traps es un viajante de comercio que regresa a su casa en su flamante Studebaker color cereza cuando sufre una avería y se ve obligado a aceptar la hospitalidad de un anciano y su ama de llaves. Pronto aparecen los amigos del anfitrión y mientras cenan proponen al comercial participar en un curioso juego de tribunales. Así empieza el cuento de Dürrenmatt adaptado por Fernando Sansegundo.
La expresividad de los actores es admirable, todos están muy bien en su papel, pero destacaría a Asier como fiscal y José Luis como acusado. No dudo que acaben agotados tras la actuación.
La dirección de Blanca Portillo es también digna de elogio. La función parecía una máquina perfectamente engrasada. Y, tras salir del teatro, no podías dejar de pensar en los mensajes de la obra.
Enrique
Creo que a mi me gustó un poco menos, aunque hubo momentos que me entusiasmaron, quizá no estoy acostumbrada a este tipo de teatro.
De lo que no cabe duda es de que el trabajo de los actores es perfecto, a mi me gusto especialmente el fiscal y las coreografías y cantos me sorprendieron, el juez se marca en una ocasión unos pasos a lo Michael Jackson, todo ello de manera impecable. Recomiendo que los que tengan la oportunidad de verla se acerquen al teatro pues verán algo diferente y un magnifico trabajo de los actores.
Ángeles
Realismo(s). La huella de Courbet
Gustave Courbet. Retrato del artista llamado El desesperado. 1844-1845 |
Pere Borrell. Huyendo de la crítica I. 1874 |
También pueden verse pinturas y estampas del siglo XVII de Velázquez, Rembrandt, Murillo y Ribera, que ejemplifican el origen del realismo del siglo XIX.
Rembrandt con la mirada extraviada. 1630 |
En total son cerca de 80 obras, entre pinturas, estampas, dibujos y fotografías repartidas en 5 espacios: Espejos, Arte vivo, Presencias, Transgresiones, y Realismos.
Curso de fotografía
La semana pasada hice un curso de fotografía en canonistas. La culpable, que siempre lo empieza todo, es Ángeles. Ella es la que se informa, la que se apunta a los foros, la que anima a que compremos una cámara nueva, etc. Es una chica con iniciativa. El caso es que, ya antes de ir a Granada, nos compramos una reflex e, incluso antes de tenerla, ya éramos conscientes de que necesitábamos, también, algún cursillo para mejorar nuestros escasos conocimientos en fotografía. Así que Ángeles me apuntó a un curso de iniciación a la fotografía digital del que he sacado un gran rendimiento. Soy consciente, pero, de que me queda mucho camino por recorrer, por lo que solo llegar a casa me apunté al siguiente nivel.
El cursillo duró todo un fin de semana: de viernes a domingo, y en él nos enseñaron, sobre todo, a medir la luz, a disparar en manual, y a usar el programa Lightroom. También fue la oportunidad de conocer a gente encantadora con la que quizás vuelva a quedar para hacer fotos. Ya se verá.
Os dejo algunas de las fotos que hice durante el cursillo. Pensad que era la primera vez en mi vida que tenía en mis manos una reflex y apenas sabía cómo funcionaba.
La fortaleza negra |
Agua a 1/5 de segundo |
Agua a 1/1250 de segundo |
Zooming |
Bicing |